Concentrarse para estudiar o trabajar, ¿por qué me cuesta?
Cualquiera que haya sido estudiante, sabrá que concentrarse para estudiar o trabajar no es una tarea fácil. Estamos constantemente expuestos a una gran cantidad de estímulos: nuestro entorno, el teléfono móvil, etc; para algunos y algunas, incluso la nevera de la cocina es un foco perfecto de distracción. La concentración es un ingrediente primordial si lo que queremos es obtener buenos resultados. Por ello, es importante saber cómo concentrarse para estudiar o trabajar y mantener la atención alta durante un buen rato. Si quieres aprender más sobre enseñanza, no olvides en la escuela Sefhor tenemos el Máster en Coaching Educativo.
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¿Por qué nos cuesta concentranos?
La falta de concentración no solo afecta a los niños y a los adolescentes. A los adultos también nos afecta, y seguramente lo habéis podido confirmar estudiando o trabajando. A veces, nuestra mente no da para más y mantener la atención fija en una tarea es más que complicado.
La concentración se define como la capacidad de focalizar nuestra atención de manera eficaz hacia una tarea que estemos llevando a cabo. Además, cuando logramos una buena concentración, somos capaces de evitar distracciones más fácilmente, como sonidos irrelevantes o cuando se enciende la luz de la pantalla del móvil. Cuando una persona tiene problemas de concentración, tiene incapacidad para centrarse en las tareas y mucha más facilidad para distraerse con cualquier estímulo.
La concentración depende de diversos factores: la dedicación o el compromiso, el interés por la tarea a realizar, la habilidad para realizarla, el entorno y, por encima de cualquier razón, nuestro estado de salud físico y emocional. Por ejemplo, si el ambiente no es el adecuado y, además, estamos preocupados por algún problema personal, tendremos mayores dificultades para concentrarnos.
Problemas de concentración en adultos
En la siguiente lista se exponen algunas de las características que presenta una persona adulta con problemas para concentrarse.
- Problemas de memoria. La persona se olvida de cosas, ya sean las tareas que tiene que realizar o pequeños detalles.
- Incapacidad para realizar una tarea de forma prolongada. En consecuencia, tarda más tiempo en finalizar sus tareas.
- Dificultad para seguir la lectura.
- Sensación de opresión en la cabeza, también llamada “mente nublada”.
- Se distrae cuando alguien le habla, ya sea por teléfono o en persona.
- Se despista fácilmente con cualquier estímulo: el móvil, su entorno, cualquier sonido, entre otros.
¿Cuáles son las causas de los problemas para concentrarse?
Como hemos comentado anteriormente, nuestro estado de salud físico y emocional es uno de los principales factores. El cansancio y el estrés emocional pueden ser los causantes de una falta de concentración. La preocupación excesiva por nuestros problemas personales, familiares o laborales es una de las principales causas que nos impiden concentrarnos. Además, hay ciertas condiciones físicas y/o psicológicas, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, la ansiedad o la depresión, que afectan de forma directa a la concentración.
Por otro lado, si no se descansa lo suficiente, con una rutina de sueño eficiente, nuestro cerebro no recibe la energía suficiente para trabajar bien. El pasar hambre y una dieta inadecuada también producen problemas de concentración. La falta de nutrientes, además, impide que el cerebro funcione correctamente.
El ambiente en el que nos desenvolvemos también es un factor importante, pues necesitamos estar en un lugar tranquilo y en el que nos sintamos cómodos para poder concentrarnos. Hay personas que pueden concentrarse más fácilmente en ambientes con ruido externo; mientras que otras necesitan el más absoluto silencio para trabajar.
Por otra parte, las drogas y la medicación también pueden incidir en la concentración. Las drogas deterioran nuestro funcionamiento cognitivo y nuestro cerebro; mientras que algunos medicamentos pueden provocar falta de memoria y de concentración.
Trucos para concentrarse para estudiar o trabajar
- Mejora tu alimentación. Aliméntate bien, sin pasar hambre, con alimentos variados, naturales y nutritivos. No olvides hidratarte, es muy importante para que la sensación de saciedad sea plena.
- Elabora un horario de sueño que se adapte a tu trabajo o a tus estudios. Recuerda que debes dormir entre 7 y 8 horas cada día para recuperar tu energía. Además, el sueño debe ser continuado y no debe interrumpirse, especialmente en la fase REM.
- A veces la naturaleza nos puede ayudar a concentrarse para estudiar o trabajar. Prueba a acudir a un entorno arbolado donde puedas estudiar o trabajar de forma cómoda. La naturaleza tiene menores niveles de estimulación, dependiendo del lugar, por supuesto.
- Practica ejercicios de relajación como el mindfulness o el yoga durante un rato. Si, por ejemplo, practicas meditación antes de empezar tu tarea, tu concentración mejorará al cabo de un tiempo.
- Elimina de tu entorno todos aquellos elementos, objetos o situaciones que pueden ocasionar una distracción. Apaga el móvil, tráete el almuerzo, utiliza auriculares si te molesta el ruido, etc.
- Prioriza las tareas más sencillas y sé responsable en realizar las tareas que más concentración requieren en tu mejor momento del día. Para algunas personas, la tarde es su mejor momento; mientras que otras se concentran mejor a primera hora de la mañana o por la noche.
- Deja un espacio de tu día a día o de tu jornada para responder llamadas y mensajes. Los dispositivos móviles son, actualmente, una de las principales razones por las que nos cuesta concentrarnos.
- Muy importante: haz una única tarea a la vez.